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cristobal
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Mensajepor cristobal » Dom Dic 13, 2009 4:35 pm

EDITORIAL

Revisar la Ley de Violencia de Género, cuestión de justicia
13.12.2009
UN JUEZ de Sevilla se ha atrevido a romper el tabú sobre la violencia de género al denunciar la unidireccionalidad de la ley, enfocada únicamente a perseguir los malos tratos de los hombres por encima incluso de algunas de las más elementales garantías jurídicas.

El magistrado Francisco Serrano lleva años recopilando informaciones que demuestran el tratamiento desigual a la violencia de género, de suerte que si una mujer presenta una denuncia el juez dicta medidas cautelares casi siempre de forma inmediata, lo que jamás sucede cuando el afectado es un varón.

Miles de hombres han sido detenidos en estos últimos años por denuncias de mujeres, pero no hay ni un solo caso en el que las acusadoras hayan sido procesadas por denuncias falsas, a pesar de que, como declaró públicamente la jueza de Barcelona María Sanahuja, hay constancia de que muchas esposas se inventan esos malos tratos para mejorar las condiciones del divorcio.

Serrano ha estudiado especialmente la violencia de género en Andalucía. Señala que, según datos de la Fiscalía, en esta comunidad se incoaron 9.800 procedimientos por malos tratos en 2008, de los cuales más de un 90% se han archivado o han acabado en absolución.

Se ignora, por el contrario, que este año la violencia doméstica ha provocado la muerte de 30 hombres, pero ese último dato no está registrado en las estadísticas oficiales, según afirma el juez Serrano en un informe que hoy publica nuestro suplemento Crónica.

No ya sólo la casuística pone en evidencia la existencia de un doble rasero. La Ley de Violencia de Género, aprobada en diciembre de 2004, es un ejemplo de desigualdad. Si alguien se tomara la molestia de dedicar diez minutos a ojear el articulado de la norma, podría ver que la violencia de género se circunscribe solamente al mal trato de los hombres contra las mujeres.

Así lo dice la exposición de motivos y numerosos artículos de la ley. Cuando se habla de medidas preventivas, de apoyo y de reinserción social sólo se considera posibles beneficiarias a las mujeres. Según el legislador, o no hay hombres que sufren agresiones o no merecen esas ayudas.

Como es sabido, esta norma establece además una serie de castigos penales que son mucho más graves si los maltratadores son hombres que si son mujeres, en clara violación del principio de igualdad ante la ley.

Basta, como decíamos, una denuncia de una mujer para que la Justicia actúe, muchas veces bajo la presunción de que el hombre es culpable. Apenas hay casos, contados con los dedos de la mano, de mujeres que han sido condenadas por agredir a sus maridos.

Es cierto que las mujeres son víctimas de malos tratos con mayor frecuencia que los hombres, pero también lo es que hay hombres injustamente condenados que han tenido que sufrir un calvario personal. Ahí está el caso de Miguel Ángel Torres, que ha padecido un infierno de seis años hasta que se ha demostrado que fue falsamente acusado por su mujer de abusar de una hija. Torres perdió su trabajo, sufre una depresión crónica y está siendo hoy tratado de un cáncer.

Muchos hombres han padecido la estigmatización de verse acusados de maltratadores y luego han sido absueltos, tras sufrir un daño moral irreparable. Es una realidad silenciada, pero no por ello menos grave.

Al margen de que algunas cosas de las que dice este juez sean exageradas o estén influidas por sus sentimientos, la racionalidad indica que hay que revisar la Ley de Violencia de Género. Primero, estableciendo la igualdad de las penas, con independencia del sexo del agresor. En segundo lugar, evitando la discriminación del hombre a la hora de obtener protección de las autoridades. Es de estricta justicia, por mucho que la propaganda oficial se empeñe en criminalizar a los hombres sin reconocer que las mujeres también pueden ser maltratadoras.

Que el PSOE votara a favor de esta ley no resulta extraño, teniendo en cuenta el feminismo superficial de Zapatero, pero lo que no se entiende es que le secundara el PP a costa de renunciar a sus más elementales principios

josea
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Entrevista al Juez

Mensajepor josea » Lun Dic 14, 2009 11:44 am

Fuente: Diario de la sierra.es
http://www.diariodelasierra.es/2009/02/ ... vitandola/

Con motivo de la próxima presentación de su libro “Un divorcio sin traumas”, Diario de la Sierra ha entrevistado al juez sevillano Francisco Serrano sobre temas de candente actualidad, tales como la violencia de género y la tenencia compartida.

Diario de la Sierra: ¿Cuál es su opinión en relación a la Violencia de Género en España?

Francisco Serrano: Considero que era necesaria una reforma estructural e integral para dar respuesta a la protección a las mujeres que han sufrido, sufren y siguen sufriendo situaciones de violencia machista en nuestro País, pero se han tergiversado y confundido los conceptos a la hora de redactar esa necesaria normativa pues se ha partido de un planteamiento de derecho penal de autor donde sanciona a la persona por estar encuadrada en un género, el masculino, y por mantener o haber mantenido una relación sentimental o de pareja con la víctima a la que se protege por el mero hecho de ser mujer. Es necesaria una norma de discriminación positiva pero para elevar el grado de reproche contra el hombre maltratador y proteger eficazmente a las mujeres maltratadas, ello implica la necesidad de redefinir el maltrato , reservando la aplicación de esa Legislación especial para supuestos e los que realmente se aprecie discriminación, desigualdad, relación de poder, miedo, humillación y degradación física o moral en las mujeres que padecen a esa lacra, las que, insisto, no superan el 10 o 15% de las denuncias que se formulan. El abuso y el fomento del abuso, por tanto, perjudica, ante todo, a las auténticas maltratadas que siguen desprotegidas tras denunciar y a las que no se atreven ante ese fracaso y desconfianza del sistema a denunciar su drama.

D.S.: ¿Cual es la diferencia con la Violencia Doméstica?

F.S.: En la violencia doméstica el marco de protección, en estrictos términos de igualdad, se extiende a todos los miembros de la familia, incluidos los cónyuges, hijos y abuelos. El mismo Juzgado conocería de todo ese fenómeno de violencia familiar que se procuraría paliar, en tal caso, sí, realmente, de forma integral y no sectaria.

D.S.: ¿Qué opina en relación a las Ordenes de Alejamiento dictadas sin ninguna investigación previa?

F.S.: Que sobre todo vienen a dar protección al juez que las adopta o al fiscal que las solicita, lo que no es de reprochar pues, en principio, ante la presión de lo políticamente correcto, y ante las críticas sociales de determinados lobbys de poder, cada uno procura autoprotegerse.

D.S.: ¿Cual es su posición en relación a la Tenencia Compartida?

F.S.: Que es el modelo de responsabilidad parental al que la sociedad debe tender y evolucionar pues los niños no se divorcian de sus progenitores. Es el modelo más favorable par los menores y para las madres a fin de hacer realidad el objetivo de conciliación de la vida laboral y familiar. En principio tendría que concienciarse a los padres para que propiciaran esa forma de custodia, siempre que durante la convivencia familiar no se hubieran limitado a una papel periférico en la crianza de los hijos. Lo paradójico es que el feminismo por la diferencia, al que denomino talibán, se empeña en negar esa conveniencia pues en definitiva lo que quieren preservar son privilegios desfasados y que también defendía el machismo cavernícola representado por la sección femenina de la Falange.

D.S.: ¿Existen antecedentes en otros países de leyes similares a las vigentes en España?

F.S.: No que yo conozca y sí conozco otros modelos como el francés donde un son los Juzgados de Asuntos familiares los que asumen competencias en materia civil y penal de familia y leyes en Uruguay, México, Argentina , Perú, Guatemala… en donde existen normas de protección contra la violencia familiar doméstica. El modelo de juzgado de violencia sobre la mujer, coexistiendo con los de familia, no existe en ninguna otra parte del mundo. Aquí se nos hace creer que las mujeres españolas en sus relaciones de pareja son las que sufren mayor desigualdad y discriminación. Afortunadamente, eso lo sabemos todos y todas, es hoy en día, radicalmente falso.

D.S.: ¿Sabe Ud. si existen hombres maltratados?

F.S.: Sí, mas en mucha menor proporción que las mujeres. Es cuestión de relación de poder y fuerza, el fuerte abusa del débil, por lo que cuando la mujer es la que domina, ella es la podría convertirse en maltratadora. Todos y todas también lo sabemos aunque se niegue y sea políticamente incorrecto decirlo. El hombre maltratado, sin embargo, no es que solo no se le proteja es que se niega su existencia, al igual que se niega la existencia de las madres que sufren alienación parental de progenitores varones. La mala leche no tiene sexo.

D.S.: ¿Existe alguna institución de protección o apoyo similar al que tienen las mujeres maltratadas?

F.S.: No porque el hombre al encontrarse en una situación de poder no lo requiere. Que se lo digan a muchos separados obligados a vivir de la caridad, en tiendas de campaña y privados de poder ver a sus hijos. Sinceramente yo creo que la igualdad discurre por otros derroteros

D.S.: ¿Es posible retirar una denuncia, tratándose de un fuero penal?. En caso afirmativo, ¿cuales serian las causales?

F.S.: Se puede por razones de acogimiento a la excepción del secreto familiar, las retiradas pueden obedecer a miedo, amenazas o falsa compasión con el maltratador, mas también al sentimiento innato de justicia de valoración de la desproporcionalidad entre lo denunciado y la pena y reproche que merece el denunciado, a quien se puede haber querido dar un escarmiento para obtener ventajas que cuando se visualiza además que a medio y corto plazo no se van a conseguir, se termina no manteniendo la acusación y reconociendo que ese denunciado puede ser un inmaduro, padre irresponsable o majadero pero no un maltratador

D.S.: ¿Como explica, si es que existe, que se haya implementado un Registro de Maltratadores, pero no uno de pederastas?

F.S.: Un fruto más de ese discurso políticamente correcto. En otros países también existen registros de progenitores alienadores de sus hijos, en Argentina por ejemplo.

D.S.: ¿Qué opinión le merecen los cursos obligatorios que se implementan para los maltratadores?

F.S.: Que son necesarios cuando nos encontramos ante auténticos maltratadores, pues se ha de procurar su rehabilitación social.

D.S.: Estos cursos tienen una duración de 9 meses con asistencia obligatoria semanal. Dada la situación económica laboral actual… ¿cómo se pueden efectuar obligatoriamente si el obligado debe obtener un permiso de su empleador?.

F.S.: Que reconozco la dificultad, pero cuando son necesarios se ha hacer todo lo posible para asegurar esa asistencia. la pregunta es si realmente lo son en todos los supuestos dado la defectuosa definición de maltrato

D.S.: ¿Existen denuncias falsas?

F.S.: Casi todo el mundo sabe que es cierto que existen, mas se trata de un tema tabú. Se abusa porque se utiliza la Ley como instrumento para materializar sentimientos de venganza, resentimiento y despecho, y por razones de interés pues con ello se consiguen evitar pretensiones de custodia compartida y se refuerzan actitudes y comportamientos de alienación y manipulación de los hijos, dirigidos a que se conviertan en huérfanos de padre. Si los hombres dispusieran de un instrumento legal también lo utilizarían en su propio provecho

D.S.: Ante hechos comprobados, ¿resulta esta acción punible?

F.S.: Es casi imposible, por no decir imposible, probar que una denuncia que no se ha probado, pueda, en negativo, acreditarse que se ha formulado con deliberada intención de falsedad, mas aun así, aun siendo punible, ese comportamiento nunca implicaría pena de privación de libertad. esa denuncia sale gratis, debiendo, al menos, tener consecuencias de cara a la custodia de los hijos, cuando se acredite que solo ha obedecido a la intención de apartar injustificadamente a un padre de su/s hijos.

D.S.: ¿Considera que desde el punto de vista legal, y en la praxis, los hombres son iguales a las mujeres?

F.S.: La auténtica igualdad es una abstracción, una entelequia. Sólo somos iguales anta la ley, mas en sociedad somos diferentes. Afortunadamente hombres y mujeres lo somos, por eso nos unimos en relación de pareja. En todo caso ante situaciones de igualdad de condiciones, de mérito y capacidad, no se pueden admitir discriminaciones de ningún género

D.S.: ¿El fuero especial de la violencia de género, no está ya contemplado en el articulado del Código Penal?

F.S.: En parte sí a través de las agravantes de parentesco y superioridad, mas lo cierto es que sí coincido en la necesidad de una norma especial de discriminación positiva, en tal sentido interpreto la sentencia del Tribunal Constitucional, para dar mayor protección a las mujeres que sufren ese maltrato indigno y castigar con mayor severidad a los cobardes maltratadores, al igual que es necesario una ley especial para castigar los delitos de terrorismo .

D.S.: Ha llegado a nuestro conocimiento lo que las organizaciones defensoras de los hombres maltratados, llaman la “bala de plata”, que son las denuncias falsas de violación por parte del hombre de los hijos de la pareja. ¿Tiene Ud. constancia o conocimiento de este tipo de situaciones?.

F.S.: Sí que he tenido, y resultan casos flagrantes de maltrato infantil que han de reportar consecuencias sancionadoras para quien utiliza consciente o inconscientemente esa estrategia, la principal la pérdida automática de la custodia del hijo. En una ejecución conflictiva cuando se demanda por un progenitor no custodio que se impida que el custodio siga obstaculizando el régimen de visitas, relación y contacto, y en esa fase este último, normalmente la madre pero en ocasiones también los padres, presenta denuncia de abusos, por mi experiencia, avalada por los principales Institutos de Anatomía Forense, en el 90% de los casos la denuncia resulta falsa. En la mayoría de las veces cuando se demuestra la falsedad ya es tarde para poder reestablecer una relación paternofilial truncada

D.S.: ¿Qué opina Ud. de la violencia de los hijos contra los padres o contra sus mayores en general?

F.S.: Pues que resulta un fenómeno cada vez más extendido, fruto de la hipocresía que impide educar en valores y ni tan siquiera corregir a los hijos razonable o moderadamente, facultad que los padres y madres perdimos tras la reforma de la Ley de Adopción Internacional de 28 Dic de 2007. Cuando son adolescentes ese defecto de corrección e imposición de límites y disciplina los convierte, en algunos casos, en bombas de relojería que les estallan en las manos, en primer lugar, a sus padres y luego a la sociedad en la que han de convivir.

D.S.: Tenemos conocimiento de que Ud. ha sido apercibido por el Consejo Superior. ¿Que puede decir al respecto?

F.S.: No es cierto que el Consejo General de Poder Judicial me haya apercibido, ni puede ni debe hacerlo por expresar mi opinión como autor del Libro Un Divorcio sin Traumas ni podría hacerlo en lo que respecta al ejercicio independiente de mi función jurisdiccional. No voy yo a ser menos que el Juez Garzón. El Consejo se ha limitado a desmarcarse, de hecho yo no pedí que se enmarcara, sobre mis opiniones en relación a los datos estadísticos ofrecidos del Laboratorio de Violencia Doméstica, datos que comuniqué sin valoraciones que reservo a la inteligencia de quien quiera contrastarlos, pues esos datos están en la propia pag Web del Consejo: De más de 480.660 asuntos penales ingresados en los tres primeros años de implantación de la Ley de Violencia, solo se han dictado por los juzgados penales y Audiencias Provinciales, menos de 32000 sentencias condenatorias por delito de maltrato. Un 6.57 %. Y eso sin considerar que esas condenas parten del concepto de maltrato que critico, y aunque reconozco que se habrán sobreseído y absuelto otros muchos asuntos en los que se haya retirado, como dije, la denuncia por miedo, amenazas o compasión mal entendida.
Ya es hora que nos dediquemos a proteger a quienes se ha de proteger, seleccionando, eliminando situaciones de abuso alentadas por convicción, ignorancia o puro y duro interés. La mejor forma de ganar una guerra es evitándola.

cristobal
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Re: opinion editorial del mundo

Mensajepor cristobal » Lun Dic 14, 2009 6:52 pm

entrevista en seccion cronica del mundo 13/12/2009

«Miles de hombres han sido detenidos por el hecho de serlo, tras una denuncia falsa por maltrato. ¿Cuántas mujeres ha sido detenidas por acusar en falso? Ninguna... A partir de 2007, el Gobierno dejó de divulgar cifras de hombres muertos por sus cónyuges» La denuncia del titular del Juzgado de Familia 7 de Sevilla, un hombre moderado con 20.000 sentencias. Esta ley, dice, estigmatiza a miles de hombres y es producto de la «dictadura» del «feminismo radical»

EDUARDO DEL CAMPO

Es un tipo bonachón pero esta mañana se le ve muy indignado. Es una irritación que no oculta y que le dura ya cinco años: el tiempo que lleva en vigor la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género. Sin miedo al qué dirán, culpa de la «estigmatización» de miles de hombres detenidos en aplicación de la ley a la «dictadura» del «feminismo radical». O del «feminazismo». Lo dice desde el otro lado de la mesa de su despacho, donde destacan la foto de su mujer y sus dos hijas y unos dibujos infantiles en la pared. Se los han regalado los niños, rehenes a menudo de traumáticas separaciones, a los que atiende aquí.

Quien habla con tanta contundencia contra la «injusticia» de esta ley, Francisco Serrano Castro, nacido hace 44 años en Madrid y criado desde los 11 en Sevilla, no es un marido machista, despechado y sin estudios que pasaba por la calle, sino el titular del Juzgado de Familia 7 de la capital andaluza. Un magistrado que en los 11 años que lleva ejerciendo [se estrenó antes de juez de primera instancia e instrucción en la onubense Valverde del Camino, en la misma sede que Garzón] ha dictado unos 20.000 autos y sentencias, y ha sido premiado por la asociación de asistencia a mujeres violadas Amuvi, o por la de Pro Derechos del Niño y la Niña (Prodeni) por su defensa de maltratadas y menores.

Pero Serrano -quien además preside la Asociación Multidisciplinar para la Investigación de Interferencias Parentales (Asemip), centrada en las manipulaciones que ejerce el progenitor (hombre o mujer, recalca) para poner a los hijos en contra del otro- dice que esa trayectoria no ha impedido que lo traten «como al juez loco» desde que ha decidido «dar la cara» y denunciar una realidad silenciada: que el Gobierno dejó de divulgar, a partir de 2007, las cifras de hombres muertos por agresiones de sus cónyuges. Aún más, Serrano sostiene que una parte de los 3.716 varones suicidados en 2006, frente a 2.753 mujeres, lo hicieron por efecto de la «discriminación de la Ley contra la Violencia de Género» (aprobada por unanimidad el 28 de diciembre de 2004 y que ahora el Gobierno se propone reformar). Otras fuentes dan la cifra exacta: 630 hombres se quitaron la vida cuando estaban en crisis con su pareja.

Afirma el juez que esta ley, que ha conducido a un «totalitarismo», mezcla en el mismo saco a los maltratadores machistas con los hombres -incluso «buenos padres, buenos cónyuges, buenas personas»- que han cometido un delito o una falta «puntual» durante una disputa con su pareja pero que no tienen una relación de dominio sobre ella. Esto ha causado una situación «cercana al holocausto social» porque, dice, citando al joven acusado por error en Tenerife de violar y matar a la hija de su novia, se detiene y marca como maltratador a todo acusado.

«Miles de hombres han sido detenidos por el hecho de serlo, tras una denuncia por maltrato. ¿Cuántas mujeres han sido detenidas por denuncia falsa? Ninguna», asegura Serrano. «Las mujeres del ojo hinchado en la foto existen, pero son el 1% [de las denuncias]. La que nos tiene que preocupar es la del ojo hinchado que no sale en la foto, la que sufre de verdad explotación, violencia y miedo, pero no se atreve a denunciar». Y reta al Gobierno y a la ministra de Igualdad a debatirlo con él. «En privado, diputados del PSOE y del PP me dicen que tengo razón, pero que ellos no lo pueden decir».

Dice el magistrado que se usan datos «sesgados» y que, mientras se registran y publicitan las estadísticas de mujeres víctimas de violencia machista, se «ocultan», no se registran o no se da publicidad a los datos de hombres muertos a manos de sus compañeras o ex parejas. Que la ley está causando un daño no estudiado a miles de hombres acusados «injustamente». Sus críticas van más lejos: «Este año han matado ya a 51 mujeres (hasta el 3 de diciembre) y a 30 hombres, pero no se registra oficialmente». Quien quiera saberlo, afirma, tendrá que recurrir, como él hizo, a internet y a la prensa.

MUJERES, SÍ; HOMBRES, NO

¿Por qué las muertes de mujeres, sí, y las de hombres, no? ¿En qué se basa el juez para sostener una afirmación tan grave? Serrano indica que el Ministerio del Interior precisaba hasta 2006 en su Anuario Estadístico el número de asesinadas... Y también el de asesinados. Murieron 55 mujeres a manos del cónyuge en 2002; 65 en 2003; 61 en 2004; 53 en 2005; 54 en 2006. En esos años, los varones a los que mataron sus compañeras o ex compañeras fueron 16, 13, 9, 15 y 12. Aproximadamente, uno por cada cinco asesinadas. En comparación con estas cifras oficiales divulgadas hasta 2006, los 30 varones muertos este año parecen una cifra exagerada.

Si se cuenta a las mujeres y hombres que murieron a manos de otros parientes [hijo/hija, progenitores u otros -no se especifica el sexo del autor, aunque la mayoría son hombres-], las cifras de la violencia doméstica suben proporcionalmente más en el caso de los varones: 77 muertas y 49 muertos en 2002; 84 y 49 en 2003; 79 y 31 en 2004; 71 y 56 en 2005; 78 y 37 en 2006.

A partir de 2007, Interior ya no refleja en su web estos datos de violencia doméstica por sexos. Pero mientras el Gobierno deja de publicar, al menos en lugares de fácil acceso, las cifras sobre los hombres, sí sigue divulgando, dice Serrano, la violencia contra mujeres. El registro de asesinadas se puede consultar en la web del Ministerio de Igualdad. Asegura el juez que hay muchos hombres que sufren graves consecuencias por ser acusados «falsamente» de maltrato, llegando incluso al suicidio, pero que no se conoce impacto real de la, dice, injusta «generalización» del castigo porque no hay organismos que lo analicen. Vuelve a citar el Anuario 2006 de Interior para señalar (pág. 292) que ese año se suicidaron 3.716 hombres frente a 2.753 mujeres. Él está convencido de que una parte de los suicidios se debe al trauma por el trato «discriminatorio» sufrido en el proceso de separación: hombres que perdieron la casa y la custodia de los hijos por una acusación, insiste, injusta.

De nuevo, reitera, faltan estudios para comprobar su teoría. Aunque los números cantan la realidad. En 2005 se suicidaron 3.867 hombres y 2.802 mujeres, según el anuario de ese año de Interior. Este ministerio no publicó los datos sobre suicidios en 2003 y 2004, pero sí en el de 2002, antes de la Ley contra la Violencia de Género. Ese año se quitaron la vida 3.563 hombres y 1.867 mujeres. [Desde entonces, los que se han disparado fueron los suicidios femeninos; la tasa de los masculinos no varió significativamente antes y después de la ley].

Afirma el magistrado que la mayor parte de los casos calificados como violencia de género son en realidad conflictos entre iguales en el litigio de una separación, y que la mayoría de los hombres tratados como maltratadores no lo son. Toma los juzgados de Violencia de Género de Sevilla como ejemplo para denunciar que se transmite una visión «distorsionada» del maltrato. En 2008, según la Fiscalía Superior de Andalucía, se incoaron 9.814 procedimientos. Sobre estas cerca de 10.000 denuncias, emitieron 1.010 sentencias, 395 condenatorias, 412 absoluciones y 203 condenas de conformidad. Un 90% de las denuncias se archivaron o acabaron en absolución.

Critica en cambio que un informe publicado este octubre por el Grupo de Expertos y Expertas del CGPJ acerca de la aplicación de la Ley contra la Violencia de Género sobre la incidencia de las denuncias falsas (el estudio decía que sólo halló 1 entre 530 sentencias analizadas), haya sido utilizado de forma «sectaria» para dar a entender que las condenas son mayoritarias entre los denunciados. Según el estudio, el 84,91% de las sentencias fueron condenatorias: el 59,33% por maltrato ocasional, el 21,78% por delitos de amenazas leves, el 10,22% por quebrantamiento de pena o medida cautelar y el 6,28% por maltrato habitual. En 388 casos se impuso pena de prisión.

MINORÍA DE CONDENADOS

Serrano alega que si se tuvieran en cuenta las denuncias archivadas o sobreseídas, se percibiría que los condenados son minoría y que los casos en los que se da lo que él considera inconfundible y sistemático dominio machista representan «menos del 1% de todas las denuncias».

Sostiene que decir lo que él dice es ser «progresista», y resume su propuesta, ampliada en su libro Divorcio sin traumas: pasar de la «criminalización» por la vía penal de los conflictos de pareja a una mayor apuesta por la mediación y la conciliación. O cambiar la redacción del artículo 1 de la Ley: en vez de decir que la violencia de género es la que sufre la mujer «COMO» expresión de las relaciones de poder de los hombres [lo que «prejuzga que toda relación entre un hombre y una mujer es desigual y que ésta es inferior por el hecho de serlo»], la defina como la violencia que sufre «CUANDO» es expresión, etc., precisando así que es violencia machista sólo la que se produce en los casos concretos en que existe esa posición de dominio y abuso en la pareja.

Argumenta: «Una ley que agrave la pena contra el hombre sólo por serlo es tan discriminatoria como si se hiciese una ley de prevención de riesgos laborales que no protegiese a las mujeres porque representen sólo el 5% de los 1.100 trabajadores muertos en el tajo el año pasado».

No es la única voz autorizada. La protesta del magistrado Serrano converge con la jueza de Barcelona María Sanahuja y el juez de Violencia contra la Mujer, de Jaén, Miguel Sánchez Gasca, entre otros. Ya en 2005, Sanahuja aseguró que muchas mujeres utilizaban la denuncia para obtener mejoras en los divorcios. El pasado viernes, el juez Gasca negaba a un padre la custodia compartida de sus hijos. Pero al sospechar de la mujer, pues denunció a su marido por violencia justo al saber que éste aspiraba a la custodia compartida, se lo ha pensado: «Quizás lo más adecuado habría sido otorgar la custodia al padre».

La ley, para el juez Serrano, es ciega. Acaba de quitarle la patria potestad sobre su hijo a un joven que mató a su novia. Dice que este caso «sí» es un ejemplo claro de maltrato, desigualdad y dominio de poder


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