"TODOS SOMOS IGUALES SIN DISTINCIÓN DE SEXO, RAZA O REL

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Ana

"TODOS SOMOS IGUALES SIN DISTINCIÓN DE SEXO, RAZA O REL

Mensajepor Ana » Sab Sep 23, 2006 10:24 pm

[b]Existen numerosas asociaciones en las que solamente se contempla la violencia de género en detrimento femenino, pero ¿donde esta esa igualdad que ampara nuestra Constitucion?
Estoy viviendo y sufriendo un caso que voy a relatar: Por incompatibilidad de caracteres y al ser constantes las discusiones entre la pareja siempre ocasionadas delante de unos hijos menores, (46 MESES) entre ellos, se acordó pedir la separación, no sin antes haber recibido vejaciones por parte de la fémina que al considerarse en su casa puso en más de una ocasión la ropa de su pareja en la calle. Como las discusiones y falta de respeto llegarón a un extremo imposible de sobrellevar, el marido en una de las que tomaron más volumen decidió salir de casa y como no poseía bien alguno pidió mi acogida, quien sino la madre podría darle el amparo e intentar que no se sintiera avergonzado por todas las humillaciones recibidas.
Bien, al cabo de unos meses de conversaciones en el matrimonio donde siempre terminaban con amenazas e insultos fuè mi hijo quien presentó la demanda de separación quizá movido por el motivo de poder ver a sus hijos, porque ella no lo permitía desde que salió de casa. Hubo unas preliminares en el Juzgado de Familia, en las que no se tomó en cuenta la documentación aportada por él aunque desde aquel momento el Juez decretó un regimen de visitas que consistian en los miércoles recoger a los niños a la llegada del autobus escolar sobre las 17.30, y entregarlos en el domicilio materno a las 19.45, quincenalmente sabado y domingo de 12 a 20, hasta que saliera el juicio. El juicio fué otra farsa pues igual que en el anterior la documentación presentada por el padre no se tuvo en cuenta. Es bien verdad que en las medidas de ésta sentencia se habían ampliado el regimen de visitas, siendo éstas dos por semana (martes y jueves) a la llegada del autobus, así como un reparto vacacional, pero por las circunstancias en las que estabamos viviendo mi hijo solicitó a su abogada que cambiara las fechas de manera que los niños pudieran disfrutar un mes completo de vacaciones en la playa. Durante el mes de agosto a pesar de sus ganas por ver a los niños, hemos tenido una cierta tranquilidad no exenta de la angustia que produce el no poseer los medios para poder hacer una escapada y darles un abrazo, pero se ha ido sobrellevando a base de sesiones con el psiquiatra. Una vez entrados en septiembre el primer día en que podía verlos era a la salida del colegio, ir a recogerlos a la parada del autobus, eso se producía el pasado día 12. Argumentando que la niña estaba enferma, solo pudo recoger al varon de modo que pasó la tarde con la esperanza que el siguiente día asignado, o sea el jueves 15 estuvieran los dos. No fué así, y como el clima no acompañaba para llevarlo a cualquier parte, decidió traerlo a mi casa, que es actualmente su domicilio. Estabamos dandole la merienda cuando repentinamente sonó el timbre de la puerta de casa (no el de la calle) me levanté abrir y como tengo costumbre mire por la mirilla encontrandomela tapada por un dedo. Pensé que sería cualquiera de mis hijos que vendría a ver a los sobrinos después de tanto tiempo, y cual no fue mi sorpresa que al abrir me encontré a la madre que irrumpio insultando y venjando a los dos. El niño se asustó mucho y comenzó a llorar, intentamos tranquilizarlo, pero mi hijo me pidió que los dejara solos. Esto es un apartamento de 80 m2 por lo tanto pude escuchar la conversación que la pareja llevaba, bueno mejor dicho, lo que ella hablaba porque mi hijo solo le pedía que se tranquilizara. Entre las lindezas que escuché fué el que "iba a terminar con él de una forma o de otra" que lo "mejor que podía hacer es pegarse un tiro" para que se quedaran tranquilos. Que él de padre no tenía nada que los hijos eran de ella, (fueron concebidos por una fecundación in vitro) que los hijos solo le habian costado (ruego me perdonen la expresión) "una paja en un cuarto" Salí de mi cuarto intentando poner un poco de cordura y me saludó gritando como una posesa con el calificativo de "puta". Las amenazas contra toda la familia fueron terribles. Yo no estoy acostumbrada a estos chillidos ni a este tipo de calificaciones de modo que le invité a que bajara la voz o que se fuera de mi casa. El niño no comprendía nada y lloraba diciendo "a papá no, a papá no" porque ella comenzo a golpearlo. Tuvimos la cordura de ni siquiera rozarla, pero ella seguia provocando diciendo "pegame, pegame si te atreves poco hombre..." finalmente despues de media hora de insultos comprendimos que su única finalidad era provocar hasta con el hecho de llevarse al niño en el horario que correspondía al padre, insté a mi hijo para que le diera la cartera del colegio y se lo llevara.
Siguió amenazante y antes de salir de mi casa vio una foto de su hija que las tengo en una pared junto con todas de mis nietos e hijos, la tomó y la estampó contra el suelo haciendola añicos.
Nos quedamos muy mal, mi hijo estaba acostumbrado a esas reacciones, pero yo no. Llamé a un amigo abogado para consultarle lo que había pasado y me aconsejó que hiciera una denuncia, pero como en ese momento él no podía acompañarme, me citó en su despacho para redactarla y llevarla él mismo al Juzgado de Guardia al día siguiente.
Lo más decepcionante del caso es lo que me explico el abogado. Esto se iba a considerar una falta, pero en el caso de que hubiese sucedido al contrario, es decir que mi hijo hubiese acudido a casa de sus padres, o a la suya propia y se hubiese comportado de la misma manera, en un par de horas hubiera estado en la carcel. ¿Es posible que en un Estado de Derecho donde reza que todos somos iguales sin distinción de sexo, raza o religion sucedan estas cosas? Bien es cierto que no me gustaría ver entre rejas a ninguna madre de mis nietos, ni a los padres tampoco, pero si quisiera que los últimos años que me restan poderlos vivir con una cierta armonía y que las personas se comportaran como eso PERSONAS no como animales que por donde pisan van arrasando todo con mentiras.
Os ruego que me deis animos, porque conociendola como la he conocido el jueves pasado, sé que esto es un principio, ahora las tintas no las va a cargar contra el padre, sino en contra mía que jamás desde que mi hijo salió de su casa la he molestado, es más cuando me ha dicho que no era abuela de sus hijos, le he respondido que para mi siempre será ella la madre de mis nietos y que trataba de comprender su excitación para perdonarla.
Gracias por haberme escuchado, y contar con mi voto femenino contra la violencia domestica sea del género que sea.[/b]ANA MARIA

Leandro
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Registrado: Vie Oct 13, 2006 4:52 pm

Re: "TODOS SOMOS IGUALES SIN DISTINCIÓN DE SEXO, RAZA O

Mensajepor Leandro » Lun Jun 04, 2007 5:06 pm

Ana escribió:Existen numerosas asociaciones en las que solamente se contempla la violencia de género en detrimento femenino, pero ¿donde esta esa igualdad que ampara nuestra Constitucion?
Estoy viviendo y sufriendo un caso que voy a relatar: Por incompatibilidad de caracteres y al ser constantes las discusiones entre la pareja siempre ocasionadas delante de unos hijos menores, (46 MESES) entre ellos, se acordó pedir la separación, no sin antes haber recibido vejaciones por parte de la fémina que al considerarse en su casa puso en más de una ocasión la ropa de su pareja en la calle. Como las discusiones y falta de respeto llegarón a un extremo imposible de sobrellevar, el marido en una de las que tomaron más volumen decidió salir de casa y como no poseía bien alguno pidió mi acogida, quien sino la madre podría darle el amparo e intentar que no se sintiera avergonzado por todas las humillaciones recibidas.
Bien, al cabo de unos meses de conversaciones en el matrimonio donde siempre terminaban con amenazas e insultos fuè mi hijo quien presentó la demanda de separación quizá movido por el motivo de poder ver a sus hijos, porque ella no lo permitía desde que salió de casa. Hubo unas preliminares en el Juzgado de Familia, en las que no se tomó en cuenta la documentación aportada por él aunque desde aquel momento el Juez decretó un regimen de visitas que consistian en los miércoles recoger a los niños a la llegada del autobus escolar sobre las 17.30, y entregarlos en el domicilio materno a las 19.45, quincenalmente sabado y domingo de 12 a 20, hasta que saliera el juicio. El juicio fué otra farsa pues igual que en el anterior la documentación presentada por el padre no se tuvo en cuenta. Es bien verdad que en las medidas de ésta sentencia se habían ampliado el regimen de visitas, siendo éstas dos por semana (martes y jueves) a la llegada del autobus, así como un reparto vacacional, pero por las circunstancias en las que estabamos viviendo mi hijo solicitó a su abogada que cambiara las fechas de manera que los niños pudieran disfrutar un mes completo de vacaciones en la playa. Durante el mes de agosto a pesar de sus ganas por ver a los niños, hemos tenido una cierta tranquilidad no exenta de la angustia que produce el no poseer los medios para poder hacer una escapada y darles un abrazo, pero se ha ido sobrellevando a base de sesiones con el psiquiatra. Una vez entrados en septiembre el primer día en que podía verlos era a la salida del colegio, ir a recogerlos a la parada del autobus, eso se producía el pasado día 12. Argumentando que la niña estaba enferma, solo pudo recoger al varon de modo que pasó la tarde con la esperanza que el siguiente día asignado, o sea el jueves 15 estuvieran los dos. No fué así, y como el clima no acompañaba para llevarlo a cualquier parte, decidió traerlo a mi casa, que es actualmente su domicilio. Estabamos dandole la merienda cuando repentinamente sonó el timbre de la puerta de casa (no el de la calle) me levanté abrir y como tengo costumbre mire por la mirilla encontrandomela tapada por un dedo. Pensé que sería cualquiera de mis hijos que vendría a ver a los sobrinos después de tanto tiempo, y cual no fue mi sorpresa que al abrir me encontré a la madre que irrumpio insultando y venjando a los dos. El niño se asustó mucho y comenzó a llorar, intentamos tranquilizarlo, pero mi hijo me pidió que los dejara solos. Esto es un apartamento de 80 m2 por lo tanto pude escuchar la conversación que la pareja llevaba, bueno mejor dicho, lo que ella hablaba porque mi hijo solo le pedía que se tranquilizara. Entre las lindezas que escuché fué el que "iba a terminar con él de una forma o de otra" que lo "mejor que podía hacer es pegarse un tiro" para que se quedaran tranquilos. Que él de padre no tenía nada que los hijos eran de ella, (fueron concebidos por una fecundación in vitro) que los hijos solo le habian costado (ruego me perdonen la expresión) "una paja en un cuarto" Salí de mi cuarto intentando poner un poco de cordura y me saludó gritando como una posesa con el calificativo de "puta". Las amenazas contra toda la familia fueron terribles. Yo no estoy acostumbrada a estos chillidos ni a este tipo de calificaciones de modo que le invité a que bajara la voz o que se fuera de mi casa. El niño no comprendía nada y lloraba diciendo "a papá no, a papá no" porque ella comenzo a golpearlo. Tuvimos la cordura de ni siquiera rozarla, pero ella seguia provocando diciendo "pegame, pegame si te atreves poco hombre..." finalmente despues de media hora de insultos comprendimos que su única finalidad era provocar hasta con el hecho de llevarse al niño en el horario que correspondía al padre, insté a mi hijo para que le diera la cartera del colegio y se lo llevara.
Siguió amenazante y antes de salir de mi casa vio una foto de su hija que las tengo en una pared junto con todas de mis nietos e hijos, la tomó y la estampó contra el suelo haciendola añicos.
Nos quedamos muy mal, mi hijo estaba acostumbrado a esas reacciones, pero yo no. Llamé a un amigo abogado para consultarle lo que había pasado y me aconsejó que hiciera una denuncia, pero como en ese momento él no podía acompañarme, me citó en su despacho para redactarla y llevarla él mismo al Juzgado de Guardia al día siguiente.
Lo más decepcionante del caso es lo que me explico el abogado. Esto se iba a considerar una falta, pero en el caso de que hubiese sucedido al contrario, es decir que mi hijo hubiese acudido a casa de sus padres, o a la suya propia y se hubiese comportado de la misma manera, en un par de horas hubiera estado en la carcel. ¿Es posible que en un Estado de Derecho donde reza que todos somos iguales sin distinción de sexo, raza o religion sucedan estas cosas? Bien es cierto que no me gustaría ver entre rejas a ninguna madre de mis nietos, ni a los padres tampoco, pero si quisiera que los últimos años que me restan poderlos vivir con una cierta armonía y que las personas se comportaran como eso PERSONAS no como animales que por donde pisan van arrasando todo con mentiras.
Os ruego que me deis animos, porque conociendola como la he conocido el jueves pasado, sé que esto es un principio, ahora las tintas no las va a cargar contra el padre, sino en contra mía que jamás desde que mi hijo salió de su casa la he molestado, es más cuando me ha dicho que no era abuela de sus hijos, le he respondido que para mi siempre será ella la madre de mis nietos y que trataba de comprender su excitación para perdonarla.
Gracias por haberme escuchado, y contar con mi voto femenino contra la violencia domestica sea del género que sea.
ANA MARIA


Mucho ánimo, Ana. Yo te he mandado un mensaje privado, pero quisiera también destacar tu caso en público, porque me parece muy necesario que mujeres como tú toméis también la voz para denunciar el maltrato a que os veis sometidas por ciertas madres que ejercen su tiranía amparadas en leyes injustas. No eres la única; en mi caso, aunque yo no estoy separado y lo llevo lo mejor que puedo, mi familia tiene difícil el acceso a mi hija porque mi mujer pretende aislarnos a ella y a mí, infligiendo un gran sufrimiento a, entre otras personas, mi madre y a mi hermana, mujeres que sufren un tipo de maltrato que no sale nunca a la luz pública porque el maltrato a las mujeres sólo interesa, al parecer, cuando proviene de un hombre.
Quisiera hacerte llegar, por ello, toda mi solidaridad y mi comprensión, y rogarte que, allí donde puedas, hagas público ese sufrimiento para que la sociedad tome conciencia de que hay "otras" mujeres maltratadas. Un abrazo muy fuerte.


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