Ahora, han cazado a un italiano.

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VLO
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Ahora, han cazado a un italiano.

Mensajepor VLO » Dom Ago 06, 2017 9:00 am

Estaba yo tranquilamente, desayunando mi tortilla de patatas, una de las mejores de España, y por la tele estaban dando una noticia en la que se apreciaba una enorme algarabía de mujeres aunque el sonido estaba eliminado, y puede ver en la parte baja de la pantalla que ponía, “Juana tiene que devolver la custodia de sus hijos a su marido maltratador”.

Me dije que sería alguna tontería ya que en España ninguna mujer va a tener que devolver ninguna custodia a su ex-marido, ya sea maltratador o marciano. Juez o jueza que lo intente demostraría un estado avanzado de esquizofrenia por lo que sería automáticamente relevado de su cargo.
Luego, veo en todos los periódicos que el marido era italiano y que el juez que lo había sentenciado también era italiano.

El asunto aparecía en todas las cadenas de televisión, con multitud de manifestaciones de mujeres indignadas por tamaño desaguisado.
Lo primero que me pregunté es cómo se le ocurre a alguien casarse con una española, con el peligro que eso acarrea. Recuerdo que le pregunté a un chino porqué se había casado con una española y me dijo que por follar. Bueno, pues lo consiguió, ella se lo folló, le hizo una hija, le echó de su casa, le quitó el negocio y le puso a pagar pensiones. O sea, que eso de la sabiduría china es un mito.

Así que pusieron a toda España a montar el lío contra la sentencia porque no va a venirnos aquí un juzgado italiano a quitar los hijos a nuestras mujeres.
Hasta el presidente del Gobierno dijo que, “Habría que ponerse en el lugar de Juana”. Frase muy prudente porque si hubiera dicho que habría que ponerse en el lugar del marido, no habría durado en la presidencia más de unos segundos.
Juana estaba obligada a entregar a los hijos, pero no lo hizo, claro, y desapareció. La Policía española no puede encontrarla por muchos esfuerzos que haga, y yo me temo que, aunque la vean de frente con un cartelito que ponga “soy Juana”, es seguro que no la ven.

Según Francesco, parece que a Juana le gustaba la fiesta, y un día que volvía cargadita a casa y él estaba durmiendo con su hijo, le dijo que fuera a dormir a otra habitación, lo que parece que a ella le sentó mal. No os voy a explicar mucho esto ya que todos habéis pasado muchas veces por lo mismo, y los que no lo habéis pasado ya lo pasaréis.
Como estaban en España, fue acusado automáticamente de violencia de género e hizo lo más prudente, asumir toda la culpa y aceptar cualquier cosa con tal de poder volver a ver a su hijo, porque en estos procesos lo mejor es no ponerte chulo y no llevar la contraria a la acusación.
Bueno, pues después de ser declarado maltratador, tuvo la enorme fortuna de volver a Italia con su mujer y su hijo, actitud muy imprudente por parte de Juana ya que en Italia las cosas no son como en España, y para acusar a un hombre hay que presentar pruebas. En España, una mujer también puede presentar pruebas pero, para qué, si da lo mismo.
Así que Juana se dio cuenta de su error, parece que se aburría ya que en Italia las noches no son como en España, se cogió a los hijos y se presentó en España. Francesco acudió a un juzgado italiano y consiguió la custodia de los dos hijos. Y Francesco se pensaba que ya tenía todo hecho. Jo, jo.
Pero, hombre, Francesco, has vivido en España y no te has enterado de cómo son las cosas aquí. Pareces chino.

Resumiendo, que aquí las cosas no son como en Europa y el problema es que de los ochenta millones de extranjeros que vienen a España la mitad son hombres y no tienen ni idea de cómo están las cosas aquí. Más o menos como la mayoría de los españoles que tampoco se enteran.
Jirafa en el desierto

VLO
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Copio esta carta que aparecíó en Facebook

Mensajepor VLO » Dom Ago 20, 2017 8:30 am

“Esto lo ha escrito una Abogada.
En tantos años de profesión nunca había sentido lo que ayer, escuchando la entrevista telefónica que una cadena de televisión realizó a Adolfo Alonso, compañero abogado que defiende los intereses del padre de los dos hijos de Juana Rivas.
Me dolía -me dolía especialmente, y me sigue doliendo- su dolor profundo al expresar cuantísima tristeza le produce la situación. Y el estupor paralizante que siente cuando algo que pertenece al campo del Derecho se convierte -sin sustento alguno- en un circo mediático. Me dolía su impotencia, sabiendo que no importaba lo que dijera: ni se le iba a entender jurídicamente, ni mucho menos comprender empáticamente. Su cliente está condenado públicamente por el solo hecho de ser hombre.
Afloran datos, sí... La Sra. Rivas no ha dudado en exhibir ante las cámaras el Fallo de la Sentencia de 2009 que condenaba al padre de sus hijos a tres meses de prisión por la comisión de un delito de lesiones del art. 153.2 y 3 del Código Penal. Añado: DEL CÓDIGO PENAL ESPAÑOL.
Para quienes no se manejen en estas cuestiones, este artículo contempla como delito leve las acciones -maltrato, sirve un empujón, una bofetada- QUE NO CAUSAN LESIONES. Sólo que si la persona que recibe ese trato (como en este caso sería) es o ha sido esposa o pareja, se agrava la pena y pasa a ser delito encuadrado en el marco de la violencia de género.
Lo interesante, si es que alguien quiere investigar, son varias cuestiones a destacar:
a) en ese mismo Fallo de Sentencia se observa que JUANA ES ABSUELTA y su pareja ES CONDENADO. Esto es: SE DENUNCIARON MUTUAMENTE POR MALTRATO (lo que ocurre en una riña entre dos). Él afirma que llegó a una conformidad y aceptó porque se le estaba privando de ver a su hijo (entonces uno solo) y era la única forma de volver a verlo. He de decir que, tristemente, esta realidad se vive a diario en los Juzgados de toda España, donde es la palabra de uno contra otro y no hay parte de lesiones alguno que justifique la denuncia.
b) La condena del art. 153 del Código Penal implica que, muy lejos de lo afirmado por Juana en los medios de comunicación (acerca de que le dio una paliza por llegar a altas horas de la madrugada y que tuvo que ser asistida hospitalariamente), estas afirmaciones faltan a la verdad. Y lo son por el propio contenido de la condena: el art. 153 del Código Penal español, por el que fue condenado, implica que NO HAY LESIONES. Ni, por supuesto, parte de lesiones. Ni por lo tanto, palizas ni malos tratos. Y una persona que falta a la verdad e algo tan grave, debe ser cuestionada en el resto de afirmaciones que realice.
Partiendo de esta triste constatación, me remito al plano escrupulosamente jurídico de la cuestión:
Estamos hablando de una señora que, tras el episodio de 2009 -juzgado en España- retoma la convivencia con el padre de sus hijos, naciendo un segundo hijo de la relación. Y que en 2016 -ignoramos si antes también- al finalizar el curso escolar viene a España indicando al padre que regresará -como parece natural- al finalizar las vacaciones.
Una vez en España, y como la vez anterior (y, en mi opinión, intentando valerse del sistema judicial español), Juana denuncia en Granada un (supuesto) maltrato psicológico por parte del padre. Pero como existen normas procesales vinculantes para todos los jueces y todos los Juzgados, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Granada estima que ese asunto debe ser instruido (y juzgado en su caso) en Italia.
Al mismo tiempo el padre, viendo que Juana y sus hijos no regresan y no habiendo sido consultado ni aceptado esa decisión unilateral de la madre, hace lo que tiene que hacer: acude al Juzgado correspondiente en solicitud del cumplimiento de un Convenio Internacional suscrito tanto por Italia como por España, el CONVENIO DE LA HAYA SOBRE SUSTRACCIÓN DE MENORES. Porque existe sustracción de menores cuando uno de los progenitores se lleva del país de residencia de los menores a éstos sin consentimiento o aceptación del otro progenitor.”.
Jirafa en el desierto

VLO
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Hablando de propaganda

Mensajepor VLO » Dom Oct 01, 2017 9:59 am

que es un tema al que me he referido varias veces, me gustaría incidir en una técnica que no forma parte de los once principios de propaganda de Joseph Goebbels, pero que acabo de constatar y que puede ser muy importante para los estudiosos y los que manejan estos temas.
No creo que pueda tomarse como un principio de la importancia de los once expuestos por el ministro nazi, pero puede ser de sumo interés para todos aquellos que os dedicáis a ello, o pensáis dedicaros en un futuro. También puede resultar interesante para todos los que somos sujetos u objetos propagandísticos y no nos enteramos de nada.
Nos encontramos en un mundo dominado por la imagen, en televisión, en Internet, en fotografías de los medios de comunicación, y mi fenomenal hallazgo se basa en el tratamiento de estas imágenes. Goebbels ya comprendió la importancia de las imágenes, en el cine y en los espectaculares desfiles de masas uniformadas con antorchas, de lo que llegó a ser un consumado maestro, pero en su época no existía ni la televisión ni Internet por lo que no pudo utilizar estas importantes herramientas.
Se me hizo la luz en el caso de Juana Rivas. Resulta que una vez entregados los hijos al padre, se organizaron manifestaciones en todas las ciudades importantes de España.
La verdad es que asistieron muy pocas mujeres y algún despistado pero, intrigado por conocer el éxito de la iniciativa, me puse a ver las cifras que ofrecían en los medios de comunicación.
En algunos decían que quinientas personas, en otros decían que cientos, en mi ciudad dieron la cifra de ciento cincuenta asistentes.
Y lo importante era ver las fotografías y las imágenes de los medios. Se veía siempre una imagen tomada de muy cerca en la que se podían contar unos catorce asistentes, todos muy apretujados. O sea que el resto estaban fuera de imagen o no estaban.
Recuerdo, también, que antes de entregar a los niños, se veían imágenes de algaradas en favor de Juana, en las que se podían constatar unas veinte personas y al ver la imagen tan llena cualquiera podía pensar que eran cientos. Luego nos dijeron que casi todas las asistentes eran funcionarias de instituciones de apoyo a la mujer, así que no podrían ser tantas como se deducía de la imagen, pero por la imagen podían ser millones.
Desde hace tiempo, estaba extrañado de que en las manifestaciones de padres en favor de la custodia compartida siempre se veía una imagen tomada desde lejos o desde arriba en la que se podían ver y contar a todos los asistentes con los dedos y, sin embargo, en las imágenes tomadas a manifestaciones de mujeres, las tomas eran a dos palmos de las narices de las asistentas con lo que, además de tener todos los detalles de sus bigotes, te tenías que creer las enormes cifras declaradas.
Así que, si sois todos tan amables de aceptar esta humilde exposición como otro principio de la altura científica de los anteriores, ya tendremos la docena con lo que redondeamos la cifra.
Y el principio número doce será:
12- La distancia del objetivo de la cámara al sujeto, depende del objetivo buscado.
O sea, si quieres que parezcan muchos, ponla cerca, y si quieres que parezcan pocos, ponla lejos.
Jirafa en el desierto


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